
Empezamos a descubrir que esta gran aventura no era sólo nuestra o de nuestro grupo sino que brasileños, hondureños, canadienses, italianos, franceses y tantos otros jóvenes peregrinos habían aterrizado en la misma realidad: creyentes con unas enormes ganas de compartir alegremente la fe en Jesucristo.
Banderas, plátanos, gorras, pins, mochilas, agua, camisetas…. Muchos objetos servían para identificar al país de origen de cada participante y desde ya intercambiarlos generosamente como recuerdos o signos de fraternidad.
En el aeropuerto nos esperaban con los brazos abiertos para orientarnos y animarnos en esta gran aventura…. ¡Una pasada! Es verdad que algo de eso uno se lo había imaginado, pero la realidad ha superado nuestra imaginación. Solo con un par de horas nos hemos quedado tan sorprendidos que ahora mismo nos preguntamos qué nos puede deparar el resto de los días por esta capital del mundo.
Tras coger nuestros bártulos en el aeropuerto nos dirigimos a toda máquina hacia Alcorcón donde nos ubicaron para tener nuestro “campo base”… Pese a que todos sabemos que un instituto no es un hotel, ni mucho menos, nos han alojado de maravilla.
Por la tarde nos dirigimos hacia Cibeles en tren (para algunos toda una novedad) y poder participar en el primer acto oficial de las JMJ Madrid 2011. La Misa más multitudinaria a la que jamás habíamos asistido… ¡Increíble fue ver como todas las arterias de la ciudad se convertían en un gran templo bañado por miles de jóvenes venidos de todo el mundo!
Para ir concluyendo, podemos resumir esta primera jornada con ese pequeño slogan que nos regalaron los organizadores: “este verano algo muy grande va a pasar”. Verdaderamente por lo visto hoy creemos que así va a ser. Hasta mañana si Dios quiere.
Firmado: Héctor Rodríguez Afonso, Antonio David Arteaga Martín y Javier José Jiménez Juste
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