En la tarde de este domingo, el obispo presidía en la Sede Catedralicia una Eucaristía de acción de gracias en el sesenta aniversario de Cáritas Diocesana de Tenerife. Bernardo Álvarez dio gracias a Dios que “derramó su amor, en nuestros corazones, multiplicó las obras de nuestras manos” y permitió que tantos en estos años trabajaran y trabajen en favor de los más pobres y vulnerables. Para el obispo, “ningún cristiano puede prescindir de la caridad”.
En el templo se encontraban los directores de las dos Cáritas del archipiélago, los miembros del equipo directivo, personal y voluntarios de esta institución. Además, también participaron en la Misa el presidente del Parlamento de Canarias, el teniente general jefe del Mando de Canarias, así como representantes del Cabildo insular y de algunos ayuntamientos.
Bernardo Álvarez recordó, en su homilía, que todo ha sido gracias a Dios; por eso dio gracias “al Señor porque es bueno y porque es eterna su misericordia”. En este domingo de la ‘divina misericordia’ explicó que su significado es tener un corazón inclinado a la miseria, atento a las necesidades, como Dios está atento de nosotros.
Subrayó que Cáritas es la misma comunidad católica que expresa su amor fraterno hacia las personas más pobres y necesitadas por medio de su acción caritativo-social en las diferentes parroquias, arciprestazgos y vicarías de la Dióces
is. Ello es posible- dijo- porque el “amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones” y desde el mismo se realiza la entrega al prójimo.
Por otro lado, haciendo referencia a la parábola del Buen Samaritano, señaló que para implementar esta opción por los pobres es menester “dejarse conmover ante las necesidades ajenas”. No basta con ver, es preciso sentirnos afectados para disponernos a ayudar. “La caridad implica solidaridad con la situación que viven los demás y disponibilidad para servirles en lo que necesitan. La auténtica compasión lleva a la acción”- señaló.
“Dios siempre cumple su palabra de que hay más alegría en dar que en recibir. El que quiera comprobarlo que lo haga, que lo ponga en práctica”- finalizó el prelado nivariense.
Por su parte, el director de Cáritas Diocesana, Leonardo Ruíz, al final de la celebración tuvo palabras emocionadas para todas las personas que hacen posible los servicios presta la institución. Igualmente hizo referencia a las instituciones públicas y privadas que colaboran con esta organización. Señaló Ruíz que Cáritas es “la Iglesia en traje de faena” y, haciendo un somero recorrido histórico, indicó cómo desde la misma se ha ido respondiendo a las necesidades cambiantes a lo largo de este más de medio siglo.
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