Comenzó la sesenta y ocho edición
de la Bajada de la Virgen de los Reyes. Después de una tranquila noche. A las cinco de
la mañana de este sábado, seis de julio, el grupo de bailarines de Sabinosa rompió
el silencio para realizar la llamada “Venia” a la Virgen de Los Reyes, momento
de gran intensidad emotiva ya que supone el pistoletazo de salida de la
presente edición de estas fiestas cuatrienales.
Posteriormente, el Vicario
General, Antonio Pérez, presidió en el Santuario la Misa. Él mismo ha expresado
su alegría al poder participar en su sexta Bajada: “un camino de fe y esperanza
que simboliza un poco lo que es la vida. Una jornada intensa, donde se suceden
momentos de luz y otros de mayor dificultad; distintos paisajes, multitud de
personas que comparten gozos, esfuerzos, mesa, fe, identidad", señaló. "En definitiva,
experiencias, en las cuales todos y cada uno acompañados y acompañamos a la
Virgen y a su hijo Jesucristo, hasta llegar alegremente cansados a la parroquia
de la Villa”. En el momentto de la celebración eucarística se contó con la presencia del Presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero; el Presidente del Cabildo Insular de El Hierro, Alpidio Armas; así como la Directora Insular de la Administración General del Estado, Consolación Pérez; los alcaldes de Valverde, Juan Manuel García; de Frontera, David Cabrera; y de El Pinar, Juan Miguel Padrón
Antonio Pérez recordó en su
homilía el Voto que dio origen a la Bajada, realizado para “con cordial
devoción dar gracias a la Reina de los ángeles con algún servicio y obsequio
que sea de su mayor agrado y culto”. En
este sentido se preguntó: ¿Qué vamos a regalar a la patrona estos días, esta
jornada? ¿Qué le agrada a ella? Pérez propuso a todos regalarle unas mejores vidas, una fe más auténtica y una
mejor y mayor atención a los pobres".
Igualmente, el Vicario General, Antonio Pérez destacó el
hecho de que esta cuatrienal cita con la patrona es una oportunidad espléndida
para manifestar la concordia y la unidad de todos. “Esa expresión de unión, en la rica
diversidad, es la que manifestamos muy bien al “tender los paños” en la Cruz de
los Reyes, o al entregarnos unos a otros la imagen y la guía del baile en cada
Raya, o al gritar juntos: ¡Viva la Virgen, Viva!, o al proferir en grito de
común alegría los aijiies, o al caminar cerca del Corso de la patrona con la
bandera blanca ondeando, en su pequeño mástil, mientras recorre “el camino de
la Virgen”, o al reunirnos devotos de toda condición, en la única mesa y el
único altar, de una parroquia para celebrar el banquete de la Eucaristía", apostilló.
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