Tras el merecido descanso en la Cruz de los Reyes, y recuperación de fuerzas con las distintas viandas, en la tendida de manteles. Ahora lo peregrinos caminan de la Raya del Cepón a La Llanía, y los vítores de "Madre Amada", continúan oyéndose entre ánimos de fe y fervor, a pesar del calor.
Los peregrinos recuperaron fuerzas
Se topan ahora con un tramo de menor dificultad, de unos 3 kilómetros, y sin desniveles pronunciados. Tratamiento especial tiene el tránsito por el PicoTenerife, segundo más alto de la isla, con sus 1.416 metros, una ladera pronunciada y estrecha, que les “obliga” a transitar en fila por terrenos de jable, por lo que se requiere paciencia en este punto ya que caminan junto a miles de romeros. La marcha aquí será más lenta.
Cuando lleguen a la Raya de La Llanía disfrutarán de una nueva entrega, en esta ocasión entre los pueblos de El Golfo y El Pinar.
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