domingo, 14 de julio de 2013

Fiesta Real: María modelo de fe y esperanza en que las promesas de Dios se cumplen

El Hierro vivió otro día grande este domingo, 14 de julio, con la celebración de la Fiesta Real en la LXVIII edición de la Bajada de la Virgen de Los Reyes. El obispo Álvarez Afonso presidió la Eucaristía en la iglesia matriz de La Concepción. Las primeras autoridades civiles y religiosas de la isla y de la Comunidad Autónoma estaban presentes en un templo abarrotado de devotos. El prelado impartió al final de la celebración la bendición papal. 

Antes de la Misa los distintos grupos de bailarines de la isla, con su santo patrón, realizaron la Venia a la Madre Amada, que estaba en su trono de plata, revestida de azul y dorado. Beranardo Álvarez en su homilía destacó, siguiendo la Palabra de Dios proclamada y el lema de esta Bajada, que "la Virgen María es el modelo de fe y esperanza en que las promesas de Dios se cumplen de generación en generación". Ella es el arca de la nueva alianza realizada por Dios con su pueblo.


En la Bajada, cumpliendo el Voto, la hemos traído a esta parroquia y hemos celebrado su Novenario – indicó- “Aquí, en esta iglesia, la Madre Amada aparece resplandeciente, hermosamente adornada, queriendo resaltar así su grandeza”. El evangelio leído en la jornada fue el de la Visitación de María a su prima Isabel. 

El prelado nivariense indicó que la “Bajada expresa muy bien las visitas que la Virgen hace a su pueblo; la constante cercanía de María con su pueblo y sus necesidades”. En este episodio evangélico lo que Isabel dice de la Virgen es lo que queremos proclamar en la fiesta: alabamos su fe, al fruto bendito de su vientre, Jesucristo, y la proclamamos como Madre de Nuestro Señor- expresó. 

Por otro lado, María proclama el Magnificat en el que resalta el poder de Dios, la victoria del bien sobre el mal, de la justicia sobre la injusticia. En este sentido, y en consonancia con el Año de la fe que estamos celebrando, señaló Álvarez que la “fe es motivo de felicidad ya que implica comunión con Dios que es la fuente de la vida y de la alegría”. Las promesas de Dios se cumplen – enfatizó el obispo.

Tras la celebración de la Eucaristía en la Iglesia Matriz de la isla, partió procesión bajo un intenso sol por las principales calles de Valverde, acompañada de devotos y bailarines. A su retorno se escucharon algunas Loas.

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