Un buen número de personas participaron en la celebración de bienvenida en lo alto del muelle. En ella se pudo escuchar el testimonio de una persona que estuvo presente en la plaza de S. Pedro del Vaticano, cuando hace 26 años, el Papa Juan Pablo II encomendó a los jóvenes portar esta cruz por el mundo, como actualización y signo del amor de Dios por la humanidad.
El Vicario General, Antonio Pérez, hizo referencia en su intervención a esta tarea que el Papa encomendó a los más jóvenes, haciendo mención a que "en estos días y siempre, en esta diócesis cuatro veces insular, tenemos una oportunidad para cumplir esta misión, por nuestra manera de vivir, por los criterios y valores que proponemos, y por la presentación de Jesucristo, el crucificado-resucitado. Una tarea, concluyó, que se prolonga durante cada día de la vida.
Por su parte, su homólogo canariense, Hipólito Cabrera, resumió el paso de estos signos cristianos por la provincia oriental. "Ha sido una buena experiencia, señaló, una siembra abundante de fe y de llamada al servicio en favor de los demás, cumpliendo el mandato que Jesús nos dejo". Además, todo en todo el acto de acogida se realizó distintos bailes y canciones por parte de grupos de jóvenes. Otro tanto hizo el responsable del secretariado de pastoral con jóvenes de Canarias, narrando el paso de estos signos por las islas de la diócesis Canariense.
El acto concluyó con un gesto de adoración y de cariño de los presentes, tanto hacia la Cruz como hacia el Icono. Posteriormente, ambos signos fueron introducidos en un vehículo especialmente preparado para la ocasión y trasladados a la Orotava.
En la villa, en el pórtico templo de S. Agustín, el Obispo dio la bienvenida oficial a estos símbolos cristianos a la diócesis de La Laguna. En una celebración muy emotiva y concurrida, el prelado nivariense indicó que, "26 años después de que Juan Pablo II entregada esta cruz ha llegado a Canarias.
"Esta Cruz, sostuvo el prelado, inscrita en el corazón de todo ser humano, es el gran símbolo del amor de Dios, el gran signo de la salvación". La Cruz- prosiguió Álvarez- “nos actualiza el amor fiel de Dios": El no nos deja solos nunca, ni en la adversidad ni en el gozo. "Sin Dios la Cruz nos aplasta. Con Dios nos salva”. Un emocionado Álvarez concluyó, “Jóvenes, aquí tienen la Cruz y el Icono de María, aprovechemos esta oportunidad, honrémoslos con la vida”.
Un vía Lucis con la Cruz y el Icono llevadas por jóvenes, algunos de los cuales portaba antorchas que daban luz con la noche ya presente, fue conduciendo, en una emocionante jornada, estos símbolos hasta el templo de La Concepción, el cual los acogió con el júbilo de los participantes.
Para más información, pinchar aquí: El Día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario