Este domingo de Pentecostés, era bendecida e inaugurada la nueva capilla de la Sede del Obispado, precisamente dedicada a este misterio de la venida del Espíritu Santo. Esta obra es fruto del trabajo de un grupo internacional y ecuménico dirigido por el jesuita esloveno, Marko Ivan Rupnik.
En la celebración, presidida por el Obispo Nivariense Bernardo Álvarez, estaban también presentes el obispo emérito, Felipe Fernández, el presidente del Cabildo Insular, Ricardo Melchior, y el alcalde de La Laguna, Fernando Clavijo.
El Obispo tuvo muy presente en sus palabras a Jesús Hernández Guzmán, ya fallecido, quien había ofrecido desde el día siguiente al incendio del Obispado hacerse cargo de los gastos de la capilla. Precisamente, su familia estuvo presente en la Eucaristía. Al final de la misma, intervino su hija Candelaria Hernández para manifestar que seguro que su padre estaría feliz del resultado final, pues “ni soñando hubiera esperado una obra tan extraordinaria, sobre todo, por su color”.
El Obispo, en su homilía, explicó todos los detalles de la capilla y bendijo sus elementos celebrativos. Dio las gracias a los donantes, la citada familia y la empresa Semaca en relación al mobiliario. Indicó Álvarez su deseo de que en este edificio hubiera una obra de este tiempo, de este momento de la historia que también se legara a las futuras generaciones, que perdurara en el tiempo, como un trozo del arte de este siglo. Además, señaló la singularidad de un mosaico elaborado con un misterio tan vinculado al nacimiento de la Iglesia.
Al final de la Eucaristía, el Obispo bendijo el Sagrario y señaló que el día del siniestro del edificio había desaparecido este elemento tan importante en la vida de la Iglesia, pues en él está Jesús Sacramentado. “Hoy, dijo, vuelve a estar en el obispado Jesucristo, el Amor de los amores, presente en este Sagrario”.
En la celebración, presidida por el Obispo Nivariense Bernardo Álvarez, estaban también presentes el obispo emérito, Felipe Fernández, el presidente del Cabildo Insular, Ricardo Melchior, y el alcalde de La Laguna, Fernando Clavijo.
El Obispo tuvo muy presente en sus palabras a Jesús Hernández Guzmán, ya fallecido, quien había ofrecido desde el día siguiente al incendio del Obispado hacerse cargo de los gastos de la capilla. Precisamente, su familia estuvo presente en la Eucaristía. Al final de la misma, intervino su hija Candelaria Hernández para manifestar que seguro que su padre estaría feliz del resultado final, pues “ni soñando hubiera esperado una obra tan extraordinaria, sobre todo, por su color”.
El Obispo, en su homilía, explicó todos los detalles de la capilla y bendijo sus elementos celebrativos. Dio las gracias a los donantes, la citada familia y la empresa Semaca en relación al mobiliario. Indicó Álvarez su deseo de que en este edificio hubiera una obra de este tiempo, de este momento de la historia que también se legara a las futuras generaciones, que perdurara en el tiempo, como un trozo del arte de este siglo. Además, señaló la singularidad de un mosaico elaborado con un misterio tan vinculado al nacimiento de la Iglesia.
Al final de la Eucaristía, el Obispo bendijo el Sagrario y señaló que el día del siniestro del edificio había desaparecido este elemento tan importante en la vida de la Iglesia, pues en él está Jesús Sacramentado. “Hoy, dijo, vuelve a estar en el obispado Jesucristo, el Amor de los amores, presente en este Sagrario”.
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