Esta tarde, a las 18 horas, será inaugurada y bendecida la nueva capilla de la Sede del Obispado, por parte del prelado nivariense. Esta es fruto del trabajo de un equipo internacional y ecuménico dirigido por el jesuita Esloveno, Marko Ivan Rupnik. Este afamado autor y su equipo han dejado ya la impronta de su buen hacer en el Vaticano, Fátima, Lourdes, Damasco, el Líbano, etc.
POPULAR MARÍA VISIÓN DE CANARIAS EMITE EN LA NOCHE DEL DOMINGO, A 22. 30 UN REPORTAJE DE ESTA CAPILLA QUE REDIFUNDE EL LUNES A LAS 19 HORAS.
Rubnik explica en DIARIDEAVISOS los detalles de su obra.
P.- ¿Qué representa el mosaico de esta capilla?
R. El obispo quería que fuese presentado un misterio fundamental de la eclesiología, lo cual es muy hermoso. Yo me he referido más explícitamente al relato de Pentecostés, por ello, en la escena central del mosaico de la capilla está la Madre de Dios, como símbolo e imagen de la Iglesia. La Virgen aparece rodeada de los apóstoles sobre los que desciende el Espíritu y, en su manto rojo, acoge a toda la Iglesia y, por tanto, a esta diócesis, en la que garantiza la unidad y el dinamismo misionero.
P- Además, en su obra aparece reflejado todo el cosmos que envuelve a las imágenes incluso con referencias a nuestra tierra.
R.- Efectivamente, la piedra, incluso la piedra volcánica de este archipiélago, la he puesto como elemento decorativo para hacer ver que el espíritu pasa, a través de la Iglesia, y libera esta piedra de la oscuridad convirtiéndola en parte del canto, de la alegría de la transparencia, gracias al amor de Dios y el servicio a los hermanos.
P.- También toda esta expresión artística, todo este lenguaje aparece reflejado en el altar, el ambón, el sagrario.
R.- Sí, en el altar y el sagrario podemos ver una cruz en forma de vela desplegada. Es la Cruz Pascual, una imagen que aparece en los primeros siglos de la Iglesia. Además, está presente claramente la figura central de Jesús y de los momentos esenciales de la Historia de la Salvación.
P.- También en la capilla ha decorado una puerta en forma de mampara que puede abrirse o permanecer cerrada.
R.- He pretendido reflejar un “proyecto de una vidriera”. En él vemos inscritos los nombres de los más insignes diocesanos: El Santo Hermano Pedro, el beato Padre Anchieta, los beatos mártires de Tazacorte y la llamada Siervita. A ellos pedimos que intercedan por esta iglesia diocesana. Además, en ellos se ha concretado, en la historia de esta diócesis, la santidad, la vida de aquellos que más se han abierto a la actuación del Espíritu en estas islas.
P.- La otra parte de esta mampara dará a una sala de reuniones, a un espacio multiuso.
En este lado se hace visible la imagen de una tienda, recordando que el “Verbo puso su tienda entre nosotros”. Esa tienda ahora es esta iglesia diocesana, sobre la que se derrama el espíritu. Por ello, están inscritos los dones del Espíritu. Especialmente está remarcado el don de la sabiduría, tan necesaria hoy para la vida de la Iglesia.
P.- Ustedes forman un equipo internacional y ecuménico
Somos un equipo de trabajo compuesto por once personas, procedentes de Italia, Eslovenia, Rumania, Montenegro, Serbia, y Ucrania. Entre nosotros hay ortodoxos, greco-católicos, y latinos.
P.- El centro “aletti” al que pertenecen, trabaja, efectivamente, por la unidad de los cristianos. El Papa Juan Pablo II les propuso “crear ocasiones privilegiadas de encuentro y de intercambio con el Cristianismo del Este europeo… Aquí se ve ya cómo el vivir unidos, el conocerse, el afrontar juntos reflexiones comunes son una vía real en la búsqueda de una comunión más profunda entre las Iglesias...”.
R.- Creo que el ecumenismo es el camino de la Iglesia, como decía Juan Pablo II y como Benedicto XVI ha subrayado desde la primera homilía de su pontificado. El Ecumenismo que practicamos no se hace por grandes discusiones, sino por encuentros, trabajando juntos, con el mismo amor por Cristo y la Iglesia. No he encontrado dificultad en ello. Lo que podemos hacer juntos, desde la caridad de Cristo, es positivo. Todo lo que es de la otra confesión cristiana también es mío, porque es de Cristo. Con estas experiencias yo hoy vivo mejor mi fe. La comunión la hace el gesto personal del amor. También en el arte.
P.- La belleza como camino para ir a Dios. Incluso usted ha dicho que una iglesia sin arte es una iglesia aburrida.
Creo que la belleza es el amor realizado. Desde la Iglesia se puede hace cualquier cosa por la Iglesia. Si hay artistas que quieren unirse y caminar juntos, allí esto será posible, porque donde está la caridad está Dios y donde está Dios está la Iglesia. Esto lo buscamos en nuestro equipo de trabajo. Quien se deja fascinar por la belleza es introducido en el ámbito de la sabiduría Por eso, sin la belleza, la iglesia puede estar organizadísima, pero le faltaría algo.
En definitiva, con esta capilla, algo de esa reflexión y pastoral a partir de la belleza, así como de la fascinación del arte que conduce a la sabiduría de Dios, ha entrado en la diócesis. Además, el empeño ecuménico de crear lazos de unión entre esos dos pulmones que son oriente y occidente, en pleno siglo XXI, se ha hecho realidad en la Sede del Obispado.
Rubnik explica en DIARIDEAVISOS los detalles de su obra.
P.- ¿Qué representa el mosaico de esta capilla?
R. El obispo quería que fuese presentado un misterio fundamental de la eclesiología, lo cual es muy hermoso. Yo me he referido más explícitamente al relato de Pentecostés, por ello, en la escena central del mosaico de la capilla está la Madre de Dios, como símbolo e imagen de la Iglesia. La Virgen aparece rodeada de los apóstoles sobre los que desciende el Espíritu y, en su manto rojo, acoge a toda la Iglesia y, por tanto, a esta diócesis, en la que garantiza la unidad y el dinamismo misionero.
P- Además, en su obra aparece reflejado todo el cosmos que envuelve a las imágenes incluso con referencias a nuestra tierra.
R.- Efectivamente, la piedra, incluso la piedra volcánica de este archipiélago, la he puesto como elemento decorativo para hacer ver que el espíritu pasa, a través de la Iglesia, y libera esta piedra de la oscuridad convirtiéndola en parte del canto, de la alegría de la transparencia, gracias al amor de Dios y el servicio a los hermanos.
P.- También toda esta expresión artística, todo este lenguaje aparece reflejado en el altar, el ambón, el sagrario.
R.- Sí, en el altar y el sagrario podemos ver una cruz en forma de vela desplegada. Es la Cruz Pascual, una imagen que aparece en los primeros siglos de la Iglesia. Además, está presente claramente la figura central de Jesús y de los momentos esenciales de la Historia de la Salvación.
P.- También en la capilla ha decorado una puerta en forma de mampara que puede abrirse o permanecer cerrada.
R.- He pretendido reflejar un “proyecto de una vidriera”. En él vemos inscritos los nombres de los más insignes diocesanos: El Santo Hermano Pedro, el beato Padre Anchieta, los beatos mártires de Tazacorte y la llamada Siervita. A ellos pedimos que intercedan por esta iglesia diocesana. Además, en ellos se ha concretado, en la historia de esta diócesis, la santidad, la vida de aquellos que más se han abierto a la actuación del Espíritu en estas islas.
P.- La otra parte de esta mampara dará a una sala de reuniones, a un espacio multiuso.
En este lado se hace visible la imagen de una tienda, recordando que el “Verbo puso su tienda entre nosotros”. Esa tienda ahora es esta iglesia diocesana, sobre la que se derrama el espíritu. Por ello, están inscritos los dones del Espíritu. Especialmente está remarcado el don de la sabiduría, tan necesaria hoy para la vida de la Iglesia.
P.- Ustedes forman un equipo internacional y ecuménico
Somos un equipo de trabajo compuesto por once personas, procedentes de Italia, Eslovenia, Rumania, Montenegro, Serbia, y Ucrania. Entre nosotros hay ortodoxos, greco-católicos, y latinos.
P.- El centro “aletti” al que pertenecen, trabaja, efectivamente, por la unidad de los cristianos. El Papa Juan Pablo II les propuso “crear ocasiones privilegiadas de encuentro y de intercambio con el Cristianismo del Este europeo… Aquí se ve ya cómo el vivir unidos, el conocerse, el afrontar juntos reflexiones comunes son una vía real en la búsqueda de una comunión más profunda entre las Iglesias...”.
R.- Creo que el ecumenismo es el camino de la Iglesia, como decía Juan Pablo II y como Benedicto XVI ha subrayado desde la primera homilía de su pontificado. El Ecumenismo que practicamos no se hace por grandes discusiones, sino por encuentros, trabajando juntos, con el mismo amor por Cristo y la Iglesia. No he encontrado dificultad en ello. Lo que podemos hacer juntos, desde la caridad de Cristo, es positivo. Todo lo que es de la otra confesión cristiana también es mío, porque es de Cristo. Con estas experiencias yo hoy vivo mejor mi fe. La comunión la hace el gesto personal del amor. También en el arte.
P.- La belleza como camino para ir a Dios. Incluso usted ha dicho que una iglesia sin arte es una iglesia aburrida.
Creo que la belleza es el amor realizado. Desde la Iglesia se puede hace cualquier cosa por la Iglesia. Si hay artistas que quieren unirse y caminar juntos, allí esto será posible, porque donde está la caridad está Dios y donde está Dios está la Iglesia. Esto lo buscamos en nuestro equipo de trabajo. Quien se deja fascinar por la belleza es introducido en el ámbito de la sabiduría Por eso, sin la belleza, la iglesia puede estar organizadísima, pero le faltaría algo.
En definitiva, con esta capilla, algo de esa reflexión y pastoral a partir de la belleza, así como de la fascinación del arte que conduce a la sabiduría de Dios, ha entrado en la diócesis. Además, el empeño ecuménico de crear lazos de unión entre esos dos pulmones que son oriente y occidente, en pleno siglo XXI, se ha hecho realidad en la Sede del Obispado.
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