Cáritas parroquial del barrio de Añaza desarrolla en la actualidad el
programa que se denomina "apadrina una familia". La información la recoge el períodico 'El Día'. El objetivo es
actuar dentro de cada unidad familiar y de la persona, no solo ante el
factor material que influye en la pobreza, sino en otros aspectos como
el cultural, la motivación o el cuidado personal, con el fin de evitar
dinámicas de deterioro y abandono. El párroco de este barrio del arciprestazgo de Taco, Pepe Hernández,
indicó que la intención de este proyecto es fomentar nuevas dinámicas de
vida en persona.
Explicó el sacerdote a El Día que hay trece familias que ejercen cada semana de padrinos de
manera voluntaria, que principalmente son mujeres y que realizan las
visitas a los domicilios, para poner en marcha distintas pautas y
objetivos, que se realizan en diferentes áreas para facilitar la
asistencia integral, entre otras, en la economía familiar, la salud, la
formación, convivencia o el ocio y tiempo libre.
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