El monasterio de Nuestra Señora de El Socorro, ubicado en el municipio de Güímar, cumplió ayer 11 años, desde aquel lunes 1 de octubre de 2001 en que fue bendecido por el fallecido obispo Felipe Fernández.
El Padre Hipólito Jorge Dorta promovió la construcción del monasterio con la ayuda de sus hermanos Vicente y Juan (fallecido). Ellos dedicaron los recursos económicos de que disponían para que la ilusión se hiciera realidad y en Güímar se contara con un monasterio donde, en medio del silencio y de la oración, los tinerfeños pudieran encontrarse no sólo con dios, sino con ellos mismos.
En la actualidad son los monjes del Verbo Encarnado quienes ocupan el monasterio. Un día normal en el mismo comienza a las 5.30 horas, con oraciones, seguido de la misa y rezo del rosario, para desayunar a las 0:00 horas. Luego, los monjes trabajan en las tareas del monasterio. Por la tarde hay un tiempo de lectura y estudio, de 10:00 a 20:30 horas, oración y luego la cena y a las 22:00 horas tiene lugar el recogimiento de la comunidad religiosa.
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