El Capellán del Hospital Universitario de Canarias, el sacerdote Roque Rodríguez de la Guardia vivió los últimos minutos junto al padre Antonio, como no podía ser de otra manera. El nos envió la siguiente breve crónica de “un hasta luego”.
“A las 20:00 horas del 23 de marzo de 2011, en presencia del sacerdote Pedro Jorge Benítez (Arcipreste de La Orotava), y de los sobrinos del Padre Antonio, el de Santa Rita, le di la santa unción (al Padre Antonio), comunicándoselo posteriormente al obispo, a Don Fernando (delegado del clero) y a los dos vicarios generales. A las 21.45 horas, el obispo Don Bernardo le hizo la Recomendación del alma y le impartió la bendición. Al día siguiente, fui a verlo a las 7 de la mañana y según me comunicó la familia, había descansado más tranquilo. Noté que se estaba apagando cada vez más. A las 8.50 horas, partió para la Casa del Padre. LA VELA, que durante su vida no se había apagado, CUMPLIÓ SU MISIÓN, Y TERMINÓ POR CONSUMIRSE. Que descanse en la paz de Dios”. (Roque Rodríguez de la Guardia, Capellán del Hospital Universitario de Canarias).
“A las 20:00 horas del 23 de marzo de 2011, en presencia del sacerdote Pedro Jorge Benítez (Arcipreste de La Orotava), y de los sobrinos del Padre Antonio, el de Santa Rita, le di la santa unción (al Padre Antonio), comunicándoselo posteriormente al obispo, a Don Fernando (delegado del clero) y a los dos vicarios generales. A las 21.45 horas, el obispo Don Bernardo le hizo la Recomendación del alma y le impartió la bendición. Al día siguiente, fui a verlo a las 7 de la mañana y según me comunicó la familia, había descansado más tranquilo. Noté que se estaba apagando cada vez más. A las 8.50 horas, partió para la Casa del Padre. LA VELA, que durante su vida no se había apagado, CUMPLIÓ SU MISIÓN, Y TERMINÓ POR CONSUMIRSE. Que descanse en la paz de Dios”. (Roque Rodríguez de la Guardia, Capellán del Hospital Universitario de Canarias).
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