El sacerdote, Alejandro Solalinde, trajo a La Palma su lucha por los migrantes que huyen de la miseria y su testimonio la recoge DiariodeAvisos. El norte es para los "invisibles" sinónimo de riqueza, de bienestar. Y están dispuestos a luchar por alcanzar su meta. Ha sido acosado e intimidado, lo mismo por grupos armados, que por la policía. Asegura que ya no intenta convencer a los migrantes de que no sigan su camino. "Hace años aprendí la lección: respeto lo que quieran hacer. Pocos se rinden. La mayoría deja a un lado el miedo; les supera el deseo de conseguir una vida mejor en el norte, siempre al norte". El rotativo recoge la afirmación de este sacerdote de que "Nos creemos una civilización cristiana, pero nos comportamos como ateos. Somos una civilización religiosa, pero la fe es la justicia".
Si quieres ver toda la entrevista, pincha aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario