martes, 3 de septiembre de 2013

LA DIÓCESIS SECUNDA LA INICIATIVA DEL PAPA DE ORAR Y AYUNAR POR LA PAZ, EL PRÓXIMO SÁBADO DÍA SIETE

• El Obispo ha pedido a los diocesanos que hagan suya la llamada del Papa. 

• En todas las parroquias de la provincia se orará por la paz esa jornada y se invita a organizar alguna acción especial en la línea de lo propuesto por el Papa Francisco. 

 El obispo Bernardo Álvarez ha hecho suya la propuesta del Papa de realizar el próximo día siete de septiembre, una jornada de ayuno y oración por la paz. En concreto la iniciativa fue convocada por el Papa Francisco al anunciar: “He decidido convocar para toda la Iglesia el próximo 7 de septiembre, víspera de la Natividad de María, Reina de la Paz, una jornada de ayuno y de oración por la paz en Siria, en Oriente Medio y en el mundo entero”. 

Dada la premura de tiempo, el obispo pidió a todos los sacerdotes que tengan en cuenta y que motiven a los fieles a secundar esta petición. Igualmente que se tenga esta intención en la oración de los fieles de todas las misas de ese fin de semana. 

Además, se ha solicitado a todas las parroquias de la provincia que si pueden organicen alguna acción especial la jornada del día siete, en la línea de lo propuesto por el Papa: “nos reuniremos en oración y en espíritu de penitencia para invocar de Dios este gran don para la amada nación siria y para todas las situaciones de conflicto y de violencia en el mundo. ¡La humanidad tiene necesidad de ver gestos de paz y de escuchar palabras de esperanza y de paz! Pido a todas las Iglesias particulares que, además de vivir este día de ayuno, organicen algún acto litúrgico según esta intención”. 

En una nota emitida por la vicaría general se reitera la solicitud a todos los diocesanos y a la entera sociedad de unirse en el empeño por la paz, tal y como sostuvo el obispo de Roma: “¡Que una cadena de empeño por la paz una a todos los hombres y a las mujeres de buena voluntad! Es una invitación fuerte y urgente que dirijo a la entera Iglesia Católica, pero que extiendo a todos los cristianos de las demás Confesiones, a los hombres y mujeres de toda religión y también a aquellos hermanos y hermanas que no creen: la paz es un bien que supera toda barrera, porque es un bien de toda la humanidad”.

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