
Tras recordar que la vida del cristiano es un constante camino de conversión y de renovación en compañía de nuestro Señor, el Papa ha evocado la tradición de la Iglesia, que sabiendo que a nuestra fragilidad humana le cuesta favorecer el silencio, para poder permanecer ante Dios, nos invita a meditar - en particular este año, en las lecturas dominicales - sobre la gracia del Bautismo. Son una espléndida catequesis, que nos exhorta a renovar nuestra fidelidad a Dios - conscientes de nuestra condición de criaturas y de pecadores necesitados de su amor - y a abandonar nuestras seguridades humanas para confiar totalmente en Él. Una vez más, Benedicto XVI ha reiterado que por medio del Bautismo, pasamos de las tinieblas del mal a la luz de Cristo, volviéndonos hijos de Dios, llamados a vivir del Espíritu del Resucitado.
En los archivos sonoros de la derecha puedes escuchar las palabras que Benedicto XVI ha dirigido a los peregrinos de lengua española, saludando y resumiendo su catequesis.
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