OREMOS. 2.873 días después de que Benedicto
XVI se presentara ante el mundo, en el balcón principal de la basílica de San
Pedro, como “un humilde trabajador de la viña del Señor”, finalizó su
ministerio apostólico. El ya Papa emérito afirmó unas dos horas antes: "Soy
simplemente un peregrino que inicia la última etapa de su peregrinación en esta
tierra".
La Guardia Suiza, encargada de custodiar al Santo
Padre, se retiró de la entrada principal y cerró la puerta del Palacio de
Castel Gandolfo. A treinta kilómetros de distancia, el anillo del Pescador se
inhabilita.
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