viernes, 22 de febrero de 2013

ORAR POR LA PAZ EN EL AÑO DE LA FE

El  sábado, 23 de febrero, por duodécimo año consecutivo en la diócesis de Tenerife se organiza una peregrinación hasta la Basílica de Candelaria en oración por la paz. Esta iniciativa anual se inició en enero de 2002 para responder al llamamiento de Juan Pablo II que, angustiado ante el agravamiento del conflicto de Irak, pidió a todos movilizarse a favor de la paz.

En esta ocasión, encuadrada en el “Año de la Fe”, se realizará el recorrido conocido como “Ruta Virgen de Candelaria”. Es decir, los lugares por donde fue llevada la imagen de Nuestra Señora de Candelaria desde que fue encontrada por los guanches en la playa de Chimisay, hasta su ubicación actual en la Basílica junto al mar, pasando por la cueva de Chinguaro.

La peregrinación partirá a las 8 de la mañana desde la playa de Chimisay, donde apareció la imagen de la Virgen (el Socorro de Güímar), dirigiéndose hacia la ermita y espacio religioso de Chinguaro (donde lo guanches la guardaron y veneraron). Desde allí, sobre las 10 de la mañana, seguirá la ruta hasta la Basílica de Candelaria. A la llegada, sobre las 12 de la mañana, se celebrará la Misa ofrecida por la paz del mundo. Los que deseen participar, pueden unirse en cualquiera de estos lugares o irse incorporando por el camino.



“La Peregrinación por la Paz tiene dos perspectivas complementarias. La primera, es un ‘gesto visible’ de nuestra preocupación por los conflictos sangrientos y por las amenazas de guerra que afligen a millones de personas – señala el Obispo diocesano monseñor Bernardo Álvarez Afonso en una carta.  “De ahí que, la segunda perspectiva de nuestra peregrinación sea la de ‘oración por la paz’. A Jesucristo, el Hijo de Dios, nacido de una mujer, María, le pedimos que nos ayude a comprender que todos somos hijos de un mismo Padre y a tratarnos como buenos hermanos los unos de los otros” -prosigue monseñor Álvarez.

“Dichosos los que trabajan por la paz”, es el lema de la marcha.  Según el Obispo de Tenerife, puede parecer que una ‘Peregrinación por la Paz’ sirve de poco y que es perder el tiempo. Pero no es así. Como dice el Papa Benedicto XVI, en su Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz  “las iniciativas por la paz contribuyen al bien común y crean interés por la paz y educan para ella. Pensamientos, palabras y gestos de paz crean una mentalidad y una cultura de la paz, una atmósfera de respeto, honestidad y cordialidad. Es necesario enseñar a las personas a amarse y educarse a la paz, y a vivir con benevolencia. Es fundamental que se cree el convencimiento de que hay que decir no a la venganza, hay que reconocer las propias culpas, aceptar las disculpas sin exigirlas y, en fin, perdonar”.

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