L’Osservatore Romano
Después de la sorpresa, el respeto y el agradecimiento. En las
reacciones que en el mundo se suceden al anuncio de Benedicto XVI de la
renuncia al papado, surge precisamente el respeto por la elección del
Pontífice y la gratitud por la obra que ha llevado a cabo estos años. Son
sentimientos expresados desde el primer momento en los mensajes y
declaraciones que llegan de capitales como Roma, Berlín, París y
Londres, de las que ayer dimos noticia. Pero con el paso de las horas
los homenajes de los líderes mundiales al Papa se han multiplicado.
El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, ha
manifestado su aprecio por el profundo compromiso de Benedicto XVI en la
promoción del diálogo entre las religiones y al afrontar desafíos
globales como la lucha contra la pobreza y el hambre, la promoción de
los derechos humanos y de la paz. En una nota, Ban Ki-moon ha afirmado
además que espera “que la sabiduría demostrada durante el pontificado
represente una herencia sobre la cual se construya un futuro de diálogo y
tolerancia”. “En nombre de los americanos en todo el mundo, yo y
Michele deseamos dirigir nuestro aprecio y nuestra oración por Benedicto
XVI”. Es esta la declaración difundida ayer por el presidente de
Estados Unidos, Barack Obama, quien subrayó también “el papel
fundamental desarrollado por la Iglesia católica en Estados Unidos y en
el mundo”.
Igualmente han expresado estima, respeto y gratitud los
representantes de la Unión Europea. El presidente de la Comisión, José
Manuel Durão Barroso, ha subrayado que se enteró de la noticia de la
renuncia del Papa “con emoción”. En una nota, Durão Barroso rinde
homenaje “al espíritu de reconciliación que ha animado la reflexión y la
acción de Benedicto XVI en su infatigable apoyo de los valores
ecuménicos, de la paz y de los derechos humanos”. Desde Madrid también
el rey Juan Carlos ha manifestado gratitud por la obra y el compromiso
del Pontífice, subrayando la “relación especial” del Papa con España.
Una relación —recalca el rey— “que se reflejó en las tres memorables
visitas al país”. Juan Carlos ha transmitido asimismo a Benedicto XVI
sus “mejores deseos para esta nueva etapa personal y de apostolado que
está a punto de abrirse”.
Testimonios de estima y expresiones de reconocimiento al Papa han llegado también de algunos países de América Latina.
Desde los momentos que inmediatamente siguieron a la difusión de la
noticia de la renuncia del Papa, el mundo judío ha manifestado a
Benedicto XVI estima y profundo aprecio por el compromiso profuso en la
promoción del diálogo entre las religiones. A estas voces se unió ayer
la del presidente israelí Shimon Peres, quien se declaró “entristecido”
por el anuncio del Pontífice, con quien se reunió varias veces y a quien
recibió en Israel en 2009. “Benedicto XVI tiene la profundidad del gran
pensador —recalcó el jefe de Estado israelí—, la sinceridad del gran
creyente, la pasión del pacificador y la sabiduría de quien sabe tener
en cuenta los cambios de la historia sin cambiar sus valores”.
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