Dentro de esta celebración tendrá lugar la consagración del crisma, la bendición de los óleos y renovación de las promesas de los presbíteros, con la que se subrayan los valores del sacerdocio.
En la Misa se tendrá especialmente en cuenta a varios sacerdotes que cumplen sus bodas de oro, o de plata, este año. En este sentido, Juan Cirilo Pérez, Manuel Bethencourt y Tomás Santamaría están celebrando 50 años de ministerio presbiteral. Además, Antonio Murillo, Manuel González, Manuel Joaquín Herbá y Manuel Gabriel Trujillo se encuentran celebrando sus 25 años de sacerdocio.
La mayor parte de los sacerdotes desarrollan su ministerio en la isla de Tenerife. Luego le siguen La Palma, La Gomera y, por último, la isla de El Hierro en la que desempeñan su labor pastoral 3 jóvenes curas.
Más de un centenar de ellos participaron en esta singular eucaristía del Martes Crismal en la que renuevan, ante el Obispo y el Pueblo de Dios, las promesas sacerdotales que realizaron el día en que fueron ordenados. El prelado nivariense ha señalado que “en el día de la Misa Crismal, damos gracias a Dios por un doble motivo: porque ha llamado y constituido a los presbíteros en ministros-servidores del sacerdocio de Jesús a favor del mundo, y por el sacerdocio común de todos los fieles.”
Por otro lado, monseñor Álvarez indicó que al renovar las promesas sacerdotales lo que se está reafirmando es la voluntad de poner la vida al servicio del sacerdocio de Cristo. “El don siempre es lo primero –indicó el prelado-. Él nos da su Espíritu que nos constituye en ministros consagrados para una misión y se no pregunta: ¿Deseáis vivir conforme a esta vocación, a este don?” Bernardo Álvarez hizo hincapié en la importancia de la oración de todo el Pueblo de Dios para que, en estos tiempos, Dios siga suscitando vocaciones.
La mayor parte de los sacerdotes desarrollan su ministerio en la isla de Tenerife. Luego le siguen La Palma, La Gomera y, por último, la isla de El Hierro en la que desempeñan su labor pastoral 3 jóvenes curas.
Más de un centenar de ellos participaron en esta singular eucaristía del Martes Crismal en la que renuevan, ante el Obispo y el Pueblo de Dios, las promesas sacerdotales que realizaron el día en que fueron ordenados. El prelado nivariense ha señalado que “en el día de la Misa Crismal, damos gracias a Dios por un doble motivo: porque ha llamado y constituido a los presbíteros en ministros-servidores del sacerdocio de Jesús a favor del mundo, y por el sacerdocio común de todos los fieles.”
Por otro lado, monseñor Álvarez indicó que al renovar las promesas sacerdotales lo que se está reafirmando es la voluntad de poner la vida al servicio del sacerdocio de Cristo. “El don siempre es lo primero –indicó el prelado-. Él nos da su Espíritu que nos constituye en ministros consagrados para una misión y se no pregunta: ¿Deseáis vivir conforme a esta vocación, a este don?” Bernardo Álvarez hizo hincapié en la importancia de la oración de todo el Pueblo de Dios para que, en estos tiempos, Dios siga suscitando vocaciones.
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