Después de haber conocido esta misma mañana la renuncia de Su Santidad el
Papa Benedicto XVI al ministerio petrino, me apresuro a expresar al Santo Padre,
en nombre propio, y de todos los obispos miembros de la Conferencia Episcopal
Española, nuestra más profunda gratitud por el impagable servicio prestado a la
Santa Iglesia en estos intensos años de pontificado.
Estamos afectados y como huérfanos por esta decisión que nos llena de pena,
pues nos sentíamos seguros e iluminados por su riquísimo magisterio y por su
cercanía paternal. Al mismo tiempo, acogemos la voluntad del Santo Padre con
reverencia filial. Estamos seguros de que el Señor bendecirá el costoso paso que
él acaba de dar con gracias abundantes para el nuevo Papa y para toda la
Iglesia.
Pedimos a todos los fieles que encomienden al Señor la persona tan querida
del Papa Benedicto XVI, que le consuele y dé fuerzas para seguir sirviendo a la
Iglesia de un modo nuevo mientras la Providencia disponga. Pedimos también
oraciones para que el proceso de elección del Sumo Pontífice que se abrirá a
partir del próximo día 28 sea guiado e iluminado por la fuerza del Espíritu
Santo. Todo, en la confianza cierta de que el Señor está siempre con su
Iglesia.
El Presidente de la Conferencia Episcopal
Española
Cardenal Antonio Mª Rouco Varela
Cardenal Antonio Mª Rouco Varela
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